Anatomía de la Autoestima- Christian Boyer
Muchas veces cuando nos enojamos o alguien nos saca de nuestras casillas utilizamos palabras equivocadas al expresarnos, arrastrando a la otra persona entre palabras dañinas o insultos. Así sin darnos cuenta del gran daño que podemos hacer irremediablemente por vida. Dicen que una imagen vale por mil palabras, pero a diferencia de una palabra esta puede valer solo por una. Mi gente, seamos concientes del impacto que podamos causar a los demás especialmente hacia los niños, jóvenes, y ancianos. Tengamos presente que esto puede crear problemas de ansiedad, estrés, aislamiento, intimidación, depresión, y bajo autoestima (y ten por seguro que existen mil más). Fácilmente estas mismas palabras se manifestaran como un monstruo feroz causando dificultades y problemas en la vida de un adulto. Por lo tanto la mejor arma para combatir estas palabras será aprendiendo a querernos a nosotros mismo.
Borremos toda frase negativa como:
"Todo el mundo me hace daño"
"Nadie me entiende"
“Nadie me quiere”
"No tengo nada"
"No soy capaz"
“No puedo”
"Soy feo(a)"
Cambiémos estas frases a:
“Le agrado a la gente”
“La gente es buena aunque a veces actúe de otra manera por rabia o por miedo”
“Merezco a dar y recibir amor”
“Soy una persona valiosa”
“No hay mal que por bien no venga”
“Tengo el poder de sentirme bien”
“Las cosas van a salir bien”
“Confío en mi mismo”
“Siempre hay una forma de lograr lo que quiero”
“Me gusta mi vida”
“Trabajar es algo agradable”
“Soy inteligente”
“La vida es maravillosa”
“No existen problemas sino oportunidades de aprender”
“Cada quien tiene derecho a su propia”
“Puedo encontrar una pareja adecuada para mí”
“El pasado no dirige ni mi presente ni mi futuro”
“Preocuparme no me ayuda. Lo adecuado es actuar creativamente”
“Sé que puedo desarrollar cualquier cualidad si lo decido”
“Detrás de cada aparente pérdida viene una ganancia”
“Perdonar es importante y liberador”
“Mi tiempo es valioso y sé administrarlo (o aprenderé)”
“Tengo atractivo”
Recordemos también que en este mundo no hay culpables, todos somos partícipes de un rol que desempeñamos por acuerdo mutuo entre nosotros. Tomemos todo tipo de factor en cuenta que haya alguna vez influido nuestro estilo de vida y manera de ser. Ahí es donde elegimos la vida que llevaremos y las acciones que tomamos. Sin olvidar de todo lo malo que hayamos podido absorber, es necesario aprender a perdonar, ya que también podemos descubrir que aprendimos cosas buenas para seguir adelante en la vida.
En todo caso nuestro aprendizaje y creencias son la parte fundamental de nuestra vida. Lo que creemos, se manifiesta y nuestros pensamientos son órdenes que serán obedecidas que veremos reflejadas en nuestra vida como experiencias. Como consecuencia, si pensamos en miedo, en carencias, y en fracaso, como resultado de palabras en boca de otros, actuarás como un imán para ello. Atrayéndolo así de una manera natural convirtiéndose en tu realidad inmediata. ¡Ya basta de lastimarnos y tomemos conciencia de nuestras palabras!
Borremos toda frase negativa como:
"Todo el mundo me hace daño"
"Nadie me entiende"
“Nadie me quiere”
"No tengo nada"
"No soy capaz"
“No puedo”
"Soy feo(a)"
Cambiémos estas frases a:
“Le agrado a la gente”
“La gente es buena aunque a veces actúe de otra manera por rabia o por miedo”
“Merezco a dar y recibir amor”
“Soy una persona valiosa”
“No hay mal que por bien no venga”
“Tengo el poder de sentirme bien”
“Las cosas van a salir bien”
“Confío en mi mismo”
“Siempre hay una forma de lograr lo que quiero”
“Me gusta mi vida”
“Trabajar es algo agradable”
“Soy inteligente”
“La vida es maravillosa”
“No existen problemas sino oportunidades de aprender”
“Cada quien tiene derecho a su propia”
“Puedo encontrar una pareja adecuada para mí”
“El pasado no dirige ni mi presente ni mi futuro”
“Preocuparme no me ayuda. Lo adecuado es actuar creativamente”
“Sé que puedo desarrollar cualquier cualidad si lo decido”
“Detrás de cada aparente pérdida viene una ganancia”
“Perdonar es importante y liberador”
“Mi tiempo es valioso y sé administrarlo (o aprenderé)”
“Tengo atractivo”
Recordemos también que en este mundo no hay culpables, todos somos partícipes de un rol que desempeñamos por acuerdo mutuo entre nosotros. Tomemos todo tipo de factor en cuenta que haya alguna vez influido nuestro estilo de vida y manera de ser. Ahí es donde elegimos la vida que llevaremos y las acciones que tomamos. Sin olvidar de todo lo malo que hayamos podido absorber, es necesario aprender a perdonar, ya que también podemos descubrir que aprendimos cosas buenas para seguir adelante en la vida.
En todo caso nuestro aprendizaje y creencias son la parte fundamental de nuestra vida. Lo que creemos, se manifiesta y nuestros pensamientos son órdenes que serán obedecidas que veremos reflejadas en nuestra vida como experiencias. Como consecuencia, si pensamos en miedo, en carencias, y en fracaso, como resultado de palabras en boca de otros, actuarás como un imán para ello. Atrayéndolo así de una manera natural convirtiéndose en tu realidad inmediata. ¡Ya basta de lastimarnos y tomemos conciencia de nuestras palabras!